Trabajar desde casa: lo bueno y lo malo - PARTE 1
- Clau Angeles
- 4 nov 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 27 mar 2020
¿Alguna vez les ha tocado trabajar desde casa, ya sea por obligación o porque han decidido ser sus propios jefes? Aquí les repaso algunos pros y contras de esta modalidad de trabajo quizás no tan particular en estos tiempos.

Seguro que desde pequeños a muchos de nosotros se nos metió en la cabeza esa imagen del adulto trabajando: sentado frente a un escritorio en una oficina que podría quedar o no lejos de casa, con una pila de papeles que ordenar para el jefe o un informe complicado que redactarle al susodicho.
No obstante, nunca se nos pasó por la cabeza esa idea de "trabajar en casa", dado que estar en casa podría ser o no sinónimo de "estar desempleado" o de "estar de vacaciones".
Estas percepciones perduran hasta nuestros tiempos; sin embargo, muchas personas, sobre todo jóvenes, se encuentran poco a poco abandonando las oficinas y emprendiendo distintos tipos de negocios - mayormente online - desde la comodidad de su casa.
Así es: el trabajo en casa se está haciendo cada vez más frecuente.
Es mi caso a medias, dado que trabajo desde casa no por emprender un negocio, sino de manera provisional indicado según mi centro de trabajo.
Sea cual sea la razón, oficialmente llevo tres meses laborando desde casa, y puedo decirles que ha sido algo un poco extraño, dado que he vivido acostumbrada a trabajar en sitios de distancias desde regulares hasta lejanas de mi sofá.
Si lo que están planeando, sin embargo, es desde ya dejar esa horrible y aburrida oficina, prepárense, porque este es su post.
Esta semana les hablaré de las cosas buenas de trabajar en la comodidad de casa, y la próxima semana, sobre los aspectos negativos (o los que no quisiéramos reconocer).
¿Listos? ¡Aquí les va!
PROS DE TRABAJAR DESDE CASA:
UNO: NO HAY SUPERVISIONES NI EVALUACIONES DE DESEMPEÑO

Aquí aplicaría el famoso dicho de: "cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta".
Y es que sí, todos sentimos un gran alivio cuando el jefe, o en muchos casos, los de recursos humanos y sus "lindas" evaluaciones de desempeño, no está rondando por ahí.
Se nos ocurren hacer cosas que podrían estar prohibidas, como desayunar ahí mismo o comer un snack, conversar con los compañeros/amigos sobre temas que no tienen nada que ver con lo laboral, y otras formas de entretenimiento.
Y a ellos vengo: lo bueno de no estar en una oficina es que nadie está verificando que no te hayas parado de tu asiento por más de los pares de minutos que te propusiste, y que además, te puedes demorar lo justo y necesario en regresar a tus tareas.
En otras palabras: si trabajas desde casa, puedes hacer fiesta todo el día.
DOS: UNO MISMO MANEJA SUS TIEMPOS

En las empresas, siempre hay horarios establecidos para la entrada, el almuerzo, quizás un café, y la salida. Y si a uno se le ocurre pasarse de la hora, caía un memorándum por impuntual o por pasarse de vivo.
Cuando uno trabaja sin esas limitaciones, los horarios que seguirá serán como mejor le parezca: podría comenzar a atender llamados o mensajes desde las nueve de la mañana o incluso las once, tomarse unos quince o veinte minutos de descansos entre tareas, almorzar ya sea a la una de la tarde o a las dos, o quizás almorzar mientras trabaja...las opciones son variadas para escoger.
Claro, que esto significa ser altamente responsable, ya que no se puede dejar a un posible cliente esperando una respuesta por mucho tiempo (hablaremos de este tema en los contras).
TRES: NO SE GASTA EN TRANSPORTE NI EN COMIDAS

Aquí viene un alivio más: las billeteras y los bolsillos dejan de llorar cuando dejas esa oficina para siempre.
Cuando se trabaja en oficina, el gasto suele caer en el transporte, tanto si se usa el público como el auto personal: con los micros (o buses), pagas una tarifa variada, y si usas tu propio auto, lo que pagas es la gasolina que moviliza el vehículo.
Al trabajar desde casa, no hay tal preocupación, solamente de cuánto de flojera puede darte levantarte desde la cama hasta coger tu laptop o celular para trabajar.
Otro gasto por el que la mayoría de las personas paran sufriendo es el de las comidas. Si bien hay empresas que proporcionan a sus colaboradores los almuerzos, y muchos recurren a la compasión de la familia para llevar un almuerzo casero, hay quienes no pueden permitirse preparar un almuerzo por cuestiones de tiempo, por lo que deben gastar en un menú de mínimo diez soles todos los días.
CUATRO: LA OFICINA PUEDE SER CUALQUIER AMBIENTE DE LA CASA

Quizás las oficinas de ahora puedan tener un aspecto mucho más cómodo y relajado y menos estresante a la vista que las de antaño, pero de todos modos es pesado tener que verla todos los días, y más si es que la silla detrás del escritorio es lo suficientemente dura como para limarle a uno el coxis.
Desde casa, en cambio, el espacio donde trabajas puede ser diferente cada día, y por qué no, hasta cada hora: puedes enviar correos desde la cama mientras ves televisión o videos en YouTube, preparar un documento o informe en el comedor mientras va desapareciendo del recipiente el tentempié de media mañana, y, ojo, ¡hasta coordinar una llamada de negocios desde una ducha interrumpida!
(Claro, no lo recomendaría, je je).
A esto le debo agregar que hasta podrías trabajar en tu cafetería preferida, con el delicioso aroma de la bebida matutina invadiendo el aire y dándote energías para seguir.
Ahora bien, hay que reconocer que si bien trabajar en distintos ambientes de la casa puede evitar el aburrimiento, también puede aumentar nuestro nivel de distracción, sobre todo si es que estamos cerca a la televisión o a alguna ventana para chismear a algún vecino o vecina (¿o no? ¿soy solo yo?).
Si, en cambio, elegimos algún lugar de la casa que sea cómodo pero que a la vez esté alejado de toda distracción, como la sala, o si es que tienen, como es mi caso, el estudio o biblioteca, el rendimiento aumentará y nuestro trabajo fluirá de mejor manera y nos ahorraremos clientes insatisfechos por alguna demora.
Como ven, trabajar desde casa puede tener sus ventajas: no hay jefe que supervise, no hay evaluaciones de desempeño, no se gasta en transportes ni en almuerzos, uno mismo maneja sus tiempos y hasta elige en qué lugar quiere trabajar.
Sin embargo, no todo es color de rosa en esta vida (por desgracia para mi, que adoro el rosa), por lo que a estas ventajas les siguen sus desventajas, sobre las que escribiré la próxima semana como todos los lunes en "Lecciones de vida".
¡Llegó su turno! ¿Se les ocurre alguna otra ventaja de trabajar desde casa? Si es así, déjenmela en la cajita de comentarios, que los estaré leyendo y agradeciendo tres millones ;)
¡Gracias por leerme! No olviden seguirme en mis redes sociales.
¡Muchos besos y abrazos!
Clauu 😘
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