¿Las películas animadas son sólo para niños?
- Clau Angeles
- 23 nov 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 27 ene 2022
Las películas animadas han formado parte de la infancia de muchas personas, sobre todo aquellas realizadas por Disney, ese gigante del cine.
Sin embargo, hay quienes piensan que este tipo de películas van destinadas solamente al público infantil, dada la naturaleza inocente y tramas con moraleja que los caracteriza.
Pero realmente, ¿es así? Si quieren saber la respuesta, quédense leyendo.

Seguro que sin Disney y sus adaptaciones de famosos cuentos de hadas, la infancia de muchos de nosotros no sería la misma.
Blancanieves y los Siete Enanos, La Cenicienta, Aladdino, Pocahontas y hasta Frozen han impactado en gran medida no solamente en cuanto al público, sino también a la cultura popular. En estos días, ¿qué fiesta infantil no tiene la temática de princesas de Disney? ¿O hasta de un superhéroe de dibujos animados?
Como la mayoría de mi generación, crecí viendo los grandes clásicos animados de Disney en el VHS después de llegar del nido y en los fines de semana.
Hasta recuerdo perfectamente este comercial que salía antes del inicio de la película:
Y hasta esta intro de Disney video:
Sí, bastante antiguos, si se dan cuenta, pero de eso no nos detendremos a hablar.
De vuelta al asunto principal.
Hay quienes piensan que este tipo de películas son solamente para niños, y se quejan incluso de tener que acompañar a sus hijos o parientes más pequeños a verlas, dada su naturaleza inocente y con moraleja sobre cosas que bien podrían ya saber.
No obstante, en mi opinión, este cine se dirige a todas las edades, no solamente porque sea quizás la regla general, sino porque realmente es así.
Por un tiempo, yo misma me creí que las animaciones eran absurdas y demasiado alegres y musicales para mi gusto, y renegaba cuando mi hermana quería que la acompañara a ver Bambi, Balto, o Spirit, El Corcel Indomable.
Fue hace un par de años, cuando me volví cinéfila empedernida, que comencé a ver estas películas desde una perspectiva diferente: no solamente en cuanto a la historia y a sus personajes, sino también en cuanto al trabajo arduo que ponen los realizadores de estas obras para lograr esa calidad tan excelente de las animaciones, voces, música, canciones y la dirección de estos aspectos en general.
¿Sabían, por ejemplo, que la mayoría de estas películas de Disney cuentan con un Oscar o con una nominación a este premio?
La Bella y la Bestia de 1991 fue nominada a Mejor Película, ni más ni menos. Nada mal para una "película de niños", no?
Pero no es solamente el aspecto técnico el que ahora impresiona y me hizo cambiar de parecer respecto a las películas animadas.
Aunque no lo crean, hay muchos ejemplos de películas que contienen elementos que no son nada infantiles ni inocentes: se trata de filmes que son un poco o demasiado fuertes como para que un niño los vea solo.
¿Creen poder dejar a un niño ver Dumbo, sobre todo las escenas en la que lo maltratan y en la que se emborracha? Claro, les enseña a no abusar del licor, pero vaya manera que tenían de hacerlo en los años cuarenta.
Cuando matan a la madre de Bambi, y este se queda solo con su padre, que pareciera preocuparse poco o nada por él, ¿les parece apto para un grupo de niños pequeños sin compañía de un adulto?
Y ahora la cereza del pastel: Pinocho.
Ese adorable muñeco hecho de madera y creación del buen Gepetto al cual el Hada Azul trae a la vida y promete convertir en un "niño de verdad" si logra ser "bueno, sincero y generoso".
Todo bien hasta aquí.
Pero, ¿y esas escenas en las que el pequeño empieza a echarse a perder en la infame Isla del Placer con los cigarros (o puros, más bien), la bebida (ron, en este caso), las apuestas y hasta el vandalismo?
Aquí ya tenemos cosas fuertes, y ni hablar de cuando los niños en esa isla comienzan a convertirse en burros y condenados a ser esclavos del dueño de la isla.
Hasta la transformación de uno de los amigos de Pinocho me resultó traumante de ver, de niña, y hasta ahora.
Al final, todo termina bien, lo sabemos, pero a qué costo, ¿no? El Disney ahora se evitaría demostrar ese tipo de escenas.
Mencionaría, por último, que hay películas animadas que definitivamente apuntan a un mercado adulto: fíjense en La Fiesta de las Salchichas, si no, y díganme si sus chistes no son un poco (o muy) obscenos.
En fin, con esto les digo que no hay que subestimar a las películas animadas solamente por tener dibujos y no actores reales como protagonistas.
Podrían sorprendernos con elementos adultos dentro de sus tramas.
¿Conocen alguna otra película animada que no parezca infantil para nada? Déjenme sus respuestas en los comentarios. Me encantaría conocer sus opiniones.
¡Y esto fue todo por el post de este sábado de CINE!
Si les gustó, no olviden darle corazoncito y de suscribirse al blog si quieren formar parte de esta humilde familia. Aprovechen, que es gratis (y siempre lo será).
Mil gracias por detenerse por aquí, y nos leeremos mañana con el post de TOP 5.
¡Besos!
Clauu 😘
Comments