La Universidad:"Una cosa de locos, una fiesta de monos"
- Clau Angeles
- 26 nov 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 25 abr 2020
La universidad es ese lugar al que vas después de terminar la secundaria para seguir estudiando y forjar un futuro con promesas...¿solamente eso?
¿O es también un manicomio?
Quédense leyendo y lo descubrirán.

Ok, la secundaria se acabó.
Pasó la graduación con una canción de despedida que seguro nadie de la promoción se aprendió, lanzan el birrete, asisten a la fiesta de prom con la pareja reservada desde inicios de año, se despiden para quizás no verse en un largo tiempo, y a prepararse para el siguiente gran paso:
LA UNIVERSIDAD.
Para esto, la carrera ya debe haber sido elegida a como dé lugar, sea la que siempre has querido seguir, una impuesta por terceros o la que "a nada, pues".
Yo inicié la universidad ni bien terminé el colegio, como quizás la mayoría de personas, y en realidad, nunca tuve claro qué quería estudiar.
Me decidí por la que estudié porque era la que se veía mas equilibrada en letras y números entre las demás de la Facultad de Negocios.
En fin, a lo que íbamos.
Ya elegiste la carrera, la universidad te asigna el horario del primer día de clases, esperas con impaciencia las vacaciones al primer día, hasta que este llega.
LLEGÓ LO INTERESANTE.
Asistes a tu primera clase con los nervios de punta, ya que irás sin conocer a nadie, o como me ocurrió a mi, todos ya se conocían (llevé curso de segundo ciclo por examen de niveles).
Lo terrible llega cuando el profesor anuncia que deben formar los grupos para el curso, esos con quienes expondrás los trabajos parciales y finales.
"¡Diablos! Y ahora, ¿con quiénes me juntaré?", es la pregunta que rodea nuestra mente en esa dolorosa danza de los grupos.
Aquí va un pequeño consejo, uno del que quizás muchos darán buena fe: elige como primer miembro del grupo a quien esté sentado a tu lado en el salón.
Siempre a falta de algún conocido en el primer día, en el primer ciclo, es el recurso más efectivo.
Además, conforme van formando el resto del grupo, poco a poco verán que podrían haber encontrado en ellos a sus futuros mejores amigos.
¡Listo! Ya tienes grupo de trabajo.
Ahora, a prestar atención a las clases.
La universidad se diferencia del colegio porque no tiene horarios estrictos, no hay controles de conducta ni de presentación, ni de agenda (aunque reconozco la utilidad de ese monstruo ahora), ni mucho menos reuniones de padres de familia.
Lo siguiente no es un consejo sino un motivo para estudiar: se supone que estás estudiando lo que REALMENTE TE INTERESA.
Por ejemplo, si eres como yo, y nunca te gustaron mucho los números ni las ciencias, sientes alivio de no tener que verlos a profundidad si es que estudias administración, salvo matemáticas claro, pero ojo, matemáticas aplicadas a ducha carrera; nada de trigonometría, ni geometría, ni esas otras ramas en las que, francamente, no fui exactamente una experta.
Aquí se comprende con mayor facilidad eso que llaman "memoria selectiva": elegir recordar solo lo que te interesa o conviene.
Y con ello les digo que no recuerdo casi nada de biología ni de química, y mucho menos de física.
En cambio, uno elige encerrar en la memoria lo relacionado a la carrera (claro, si es un curso interesante también, porque a veces tocan cursos que uno considera no van ni al caso).
Chévere hasta ahí, ¿no?
Pero de repente llegan los exámenes...
CHAN, CHAN, CHAN!!!!
Aquí les compartiré un tip que aprendí conforme fui avanzando de ciclo.
En mis inicios, estudiaba para estos exámenes de la misma forma que en el colegio: una leída apenas daba a los apuntes e incluso a los libros.
Comprobé en el segundo ciclo que esa forma no iba a servirme de nada, porque no lograba retener conceptos así al instante con una leída
Además, no podía estudiar solamente de las diapositivas de clase, porque preguntaban conceptos que NO APARECÍAN ALLÍ.
Cuando me di cuenta de que muchas preguntas de teoría y casos las sacaban de los libros de consulta, ideé una técnica de estudio que hasta ahora me sirve y de la que mis amigos son testigos:
Cogía mi cuaderno, abría las diapositivas en la laptop así como el libro del curso, y transcribía los conceptos de las primeras al pie de la letra.
Finalmente, buscaba el mismo concepto en el libro y lo transcribía junto con algún dato adicional que estuviera allí en posts its, que pegaba en el cuaderno según lo que correspondiera.
Cuando mi cuaderno terminaba más lleno de colores que el arco iris, me sentaba en la cama a intentar aprenderme todo lo transcrito (cosa que no era difícil, gracias a que había escrito a mano todo), lo que me tomaba desde una hora o dos.
Con ello, diré que superé todos los exámenes sin problemas ni estrés.
Finalmente, lo más importante: las fiestas.
Bueno, yo nunca fui a fiestas, pero puedo deducir que son fuentes de relajo cuando la semana de parciales o finales ha terminado.
Unas cuantas chelas y unas tonadas de Grupo 5 ayudan a no pensar en qué será de nosotros al final de la primera mitad del ciclo o al final del mismo, ¿no?
Realmente, yo solo quería dormir después de tanto estrujar el cerebro estudiando.
En este tema todo va de acuerdo con sus gustos: si quieres ir a bailar y a gozar para liberar energías, las fiestas son la opción ideal.
Si, en cambio, quieres descansar, puedes quedarte en el sofá viendo películas chistosas o leer Juego de Tronos.
La universidad son esos maravillosos cinco años en los que no solamente uno estudia para hacerse profesional, sino también en los que encuentra posiblemente a amigos que duren toda la vida y en los que aprendan a madurar y a tener una perspectiva más amplia de la vida.
Por ello, sí, es "una cosa de locos" y "una fiesta de monos".
Cuéntenme ustedes, ¿fue la universidad para ustedes una completa locura? ¿O pasable? ¡Déjenme abajo sus respuestas! ¡Todos son bienvenidos a opinar!
¡Y esto fue todo por el post de hoy!
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Mil gracias por pasarse por aquí, y nos leeremos mañana con Mundos Imaginarios.
¡Besos!
Clauu 😘
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