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Con listas y stickers: La agenda ideal

Actualizado: 25 abr 2020

Hay que aceptar una dura verdad: solemos olvidar las tareas a realizar, y si no las olvidamos, las desordenamos hasta hacer un tuti fruti.

Es por eso que en este post les traigo algunos motivos para confiar en el mayor antídoto para vencer a ese problema: las gloriosas AGENDAS, y los requisitos que deben cumplir para funcionar a la perfección.

En posts anteriores, les comenté que soy una chica bastante despistada (cosa de familia), y que esa característica podía servirme tanto positiva como negativamente.

Pues...es más lo segundo la mayoría de las veces.


Ya fuera en el colegio, universidad o trabajo, solía olvidar detalles importantes y hasta las tareas que debía realizar cierto día.

La verdad, si sobrevivía, era a base de milagros, y de almas caritativas.


Hasta que descubrí una solución que me hizo la vida menos estresante y más ordenada:


LAS AGENDAS


Así es: me salvó se hermoso cuaderno con fechas enumeradas, calendario del año, sección de metas y de stickers (en algunos casos).


Debo confesar que al principio me negaba a mantener una agenda, dado que me recordaba al bendito cuaderno de control que nos obligaban a usar en el colegio.

Ya saben, donde teníamos que anotar las tareas, las notas que sacábamos en las prácticas, exámenes, y que los padres debían firmar (lo que significaba que era una fuente de tandas y aventadas de chanclas por alguna falta o mala nota de haberlas).

Sin embargo, aprendí con el tiempo que tal no era sino una herramienta de mucha utilidad a la hora de poner en lista y resaltar las tareas pendientes para el día y, por qué no, de toda una semana, mes o año.

Las agendas ayudan a que tengamos cada día de nuestras vidas en orden, y que sepamos qué tareas tenemos y cuándo cumplirlas.


Llevo tres años usando una agenda, y doy testimonio de que es esa compañera que nunca debería faltar en la vida de una persona, sobre todo si es que esta permanece ocupada la mayoría del tiempo (cof, workaholic, cof).


Obviamente, no todas son iguales: las hay de muchos modelos, tamaños y tipos, claro, pero en mi experiencia personal, la agenda ideal debe cumplir con las siguientes características que nombraré a continuación:


A. DEBE SER FÍSICA, SÍ O SÍ

Ok, la tecnología es la reina absoluta de nuestras vidas en la actualidad, pero, por lo menos en mi caso, no sirve de mucho que la agenda se encuentre como aplicación en el celular, tablet o en la laptop.

Claro, puedes en ella activar una alarma que te permita recordar con antelación las tareas a realizar, pero...no a todo momento, ¿a que no?

Yo tuve instalada Trello, una app que funciona como agenda, y fue más por indicación de mi trabajo de ese entonces que por iniciativa propia, dado que en ella estábamos registrados todos los relacionados a la empresa.

Sin embargo, cada vez que salía una notificación de tarea pendiente o recordatorio en la pantalla del celular, me era demasiado fácil borrarla para seguir navegando en Facebook o chateando por Whatsapp.

Además, ¿qué ocurriría si el celular muere de la nada o si se malogra la app instalada?

En resumidas cuentas: agenda en físico, sí o sí. Definitivamente ¡DE LEY!


B. DEBE INCLUIR UNA PÁGINA POR DÍA

Quizás signifique tener una agenda algo pesada y que no se pueda llevar fácilmente en la cartera, pero para mí este tipo de diseño es el mejor que pueda existir, dado que permite usar todo el espacio de la página del día para anotar lo que necesites recordar sin que importe el límite de un diminuto espacio asignado al día.

En mi caso, tengo bastantes tareas que realizar y detalles por recordar en el trabajo y en el blog, y una agenda con dos o tres días por página no me ayudaría mucho a organizarme.

Por ello, voto por este diseño funcional y útil.


C. DEBE TENER EXTRAS SÚPER BONITOS Y MOTIVADORES

Puede parecer mucho pedir, porque lo que importa es que ayude en la anotación de tareas y recordatorios, y no tanto en sus monerías, pero nuevamente cito mi experiencia cuando digo que son estos detallitos lindos como los stickers, posts its y hasta actividades divertidas son muchas veces lo que motiva a que continuemos usando la agenda para organizarnos.

Por ejemplo, cuando nos toque colocar el cumpleaños de esa persona tan especial en la agenda, usamos el sticker de corazón latiendo o feliz para no olvidar por nada la fecha.

O hasta cuando tenemos un examen asesino cerca, colocamos el sticker de calavera o alguno otro que represente una lucha dura aproximándose.

Además, muchos de esos extras son tan o hasta más útiles que la sección de los días: el control del presupuesto, gastos e ingresos, listas de deseos y la parte de notas me ayudan a ser más ordenada con mis ahorros, planificaciones de ocio y con las compras de Navidad que están a la vuelta de la esquina.

Así que no dejen de lado esos extras: son lindísimos y más útiles de lo que aparentan.



La verdad es que no podría decirles con exactitud cuál es la agenda perfecta, dado que su utilidad depende de la persona que la use, y como sabemos, no somos iguales.

Algunos podemos preferir las agendas bien elaboradas y con detalles interesantes, mientras que otros se inclinarán por modelos más básicos y funcionales.


Pero al fin y al cabo, ese es el punto: que nos sirva a la hora de ordenar nuestro día a día.



Ahora es su turno, ¿ustedes usan agenda? Si es así, cuéntenmelo en los comentarios, me encantaría escuchar sus opiniones. ¡Todos son bienvenidos!


¡Y esto fue todo por el post de hoy!


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Mil gracias por pasarse por aquí, y nos leeremos mañana en Mundos Imaginarios.


¡Besos!


Clauu 😘

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